El Estado de Qatar se ha convertido en un actor importante en la geopolítica del mundo islámico que se distingue no solo por su riqueza en gas natural, sino también por su activa política exterior, incluido el apoyo al movimiento islamista. Este apoyo generó controversia y tensión en la región, especialmente con sus vecinos del Golfo.
Ha sido a través de la combinación del poder blando por medio de la diplomacia económica, cultural y mediática, que Qatar ha consolidado su influencia, y la República de Turquía se ha convertido en un socio estratégico que comparte muchos objetivos ideológicos y geopolíticos.
Línea ideológica en Qatar
La línea ideológica de Qatar se sitúa en la intersección entre el wahabismo saudí, el salafismo de los Hermanos Musulmanes y otras corrientes del islam político.
Si bien, a lo largo de los años han mantenido una interpretación conservadora del islam, el país ha adoptado un enfoque pragmático al realizar desde un punto de vista ideológico un apoyo hacia los Hermanos Musulmanes, organización islamista que promueve un modelo de gobierno basado en la sharía. Este apoyo se ha manifestado en su respaldo a figuras como el clérigo radical Yusuf al-Qaradawi, quien ha utilizado el canal qatarí Al Jazeera para extender su mensaje de corte radical.
Por otro lado, la política exterior de Qatar no solo busca consolidar su posición como un líder en el mundo islámico, sino también contrarrestar la influencia de países como Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos en distintas partes del mundo y principalmente en el mundo islámico, ya que estos tienen una interpretación opuesta a los Hermanos Musulmanes. Esta competencia ideológica ha llevado a Qatar a adoptar estrategias que incluyen el financiamiento de organizaciones y movimientos alineados con su visión del islam político.
Cooperación de Qatar con organizaciones islamistas
El gobierno de Doha ha sido acusado de financiar y apoyar a una variedad de organizaciones islamistas, desde Hamas en Palestina hasta movimientos en Siria y Libia. Este apoyo no necesariamente se maneje de manera directa, ya que en ocasiones se realiza a través de mediadores o instituciones cuyos fines son sociales y similares: tal es el caso de Qatar Charity, quienes han sido señalados por canalizar recursos hacia grupos con agendas radicales.
La organización ha sido señalada por canalizar fondos hacia organizaciones y grupos vinculados al islam político. Aunque oficialmente opera bajo el pretexto de proveer “ayuda humanitaria”, informes de inteligencia han vinculado sus actividades con el financiamiento de movimientos extremistas en Medio Oriente, África y Asia.
En la Franja de Gaza, por ejemplo, Qatar ha proporcionado ayuda financiera y recursos esenciales a Hamas, una organización considerada terrorista por varios países. Aunque Qatar argumenta que su apoyo busca aliviar las condiciones humanitarias, sus críticos afirman que también refuerza la legitimidad de Hamas y su control sobre el territorio. En Siria, Qatar ha financiado grupos rebeldes, algunos de los cuales tienen vínculos con organizaciones extremistas, en un esfuerzo por influir en el resultado del conflicto.
Vínculos ideológicos y estratégicos con Turquía
Un aspecto fundamental en el análisis del financiamiento del radicalismo islámico en Qatar es su estrecha relación con Turquía. Ambos países comparten una visión estratégica que combina el islam político con una política exterior activa. Turquía, bajo el liderazgo de Recep Tayyip Erdoğan, ha adoptado una postura pro Hermanos Musulmanes, lo que la convierte en un aliado natural de Qatar.
La relación entre ambos se ha consolidado a través de la cooperación económica, militar y diplomática. Durante el bloqueo impuesto a Qatar en 2017 por parte de Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Egipto, Turquía se posicionó como uno de sus principales aliados, enviando alimentos y desplegando tropas para garantizar la seguridad del pequeño emirato. De hecho, la existencia de dicha base es una molestia para los países de la región. Este gesto no solo fortaleció la alianza, sino que también subrayó el compromiso ideológico compartido de ambos países.
En términos de financiamiento, el gobierno de Ankara ha facilitado la expansión de redes islamistas respaldadas por Qatar al permitir que instituciones y personalidades asociadas con el islam político operen en su territorio. Además, ambos países han trabajado juntos en áreas conflictivas como Libia, donde apoyan al Gobierno de Acuerdo Nacional, y en Siria, donde han financiado grupos rebeldes con agendas islamistas.
Uso de plataformas de información y financiamiento
El gobierno qatarí ha utilizado estratégicamente plataformas mediáticas y financieras para expandir su influencia ideológica. Al Jazeera, su principal medio de comunicación, ha jugado un papel crucial en la promoción de narrativas islamistas y la legitimación de movimientos políticos asociados con el islam. A través de reportajes y programas, la cadena ha amplificado voces que defienden la agenda de los Hermanos Musulmanes y critican a gobiernos opuestos a su ideología.
Además, Qatar ha aprovechado las redes sociales y plataformas digitales para diseminar ideologías y recaudar fondos. Estas herramientas permiten llegar a una audiencia global, movilizar simpatizantes y obtener recursos de manera rápida y eficaz.
Diplomacia económica, deportiva y cultural como herramientas de influencia
Una de las principales herramientas de Qatar para proyectar su influencia ha sido el uso de la diplomacia económica. Por medio de inversiones estratégicas en infraestructuras, bienes raíces y empresas en Europa, África y Asia, Qatar ha logrado construir alianzas y reducir las críticas hacia sus actividades. Estas inversiones también han facilitado su acceso a mercados clave y a redes internacionales que refuerzan su posición geopolítica.
El deporte ha sido otro vehículo importante para la diplomacia qatarí. La organización del Mundial de la FIFA 2022 no solo elevó el perfil internacional del país, sino que también le permitió proyectar una imagen de modernidad y apertura que contrasta con las acusaciones de apoyo al radicalismo. Este enfoque de sportswashing ha sido una estrategia efectiva para desviar la atención de sus actividades más controvertidas.
En el ámbito cultural, Qatar ha invertido en proyectos educativos y culturales que, aunque oficialmente promueven la diversidad y el entendimiento, también sirven como plataformas para diseminar su interpretación del islam político. A través de programas académicos y asociaciones con universidades internacionales, Qatar ha ampliado su influencia en el ámbito intelectual y educativo.
Impacto regional y global
El financiamiento del radicalismo islámico por parte de Qatar y su estrecha colaboración con Turquía han tenido profundas implicaciones en la estabilidad regional. Por un lado, han fortalecido a movimientos islamistas que desafían la “normalidad” en varios países. Por otro lado, han exacerbado las tensiones con vecinos del Golfo y otras potencias regionales, alimentando conflictos como el de Libia y la guerra civil siria.
A nivel global, la estrategia de Qatar y Turquía ha planteado desafíos para países occidentales que buscan equilibrar sus relaciones económicas y de seguridad con ambos países mientras enfrentan críticas internas por su tolerancia hacia las actividades de financiamiento del extremismo.
Finalmente, se debe destacar que Qatar ha realizado una combinación entre ideología y diplomacia económica y cultural (entre otras estrategias) para consolidar su influencia en el mundo islámico, a menudo con la colaboración militar de Turquía.
Aunque ambas naciones argumentan que sus acciones buscan promover la estabilidad y el bienestar, sus vínculos con organizaciones islamistas y su apoyo a narrativas radicales generan desconfianza y tensiones en el escenario internacional. Abordar este fenómeno requiere un enfoque equilibrado que reconozca los aportes de Qatar y Turquía en la estabilización de algunas regiones, sin perder de vista que sus acciones no están motivadas necesariamente por la estabilidad, sino por una agenda de intereses que los lleva a exportar su modelo por el mundo, a punta, en algunos casos, de la billetera qatarí.
Referencias
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