Universidad ORT Uruguay, Departamento de Estudios Judaicos
La noche del jueves 25 de febrero de 2021 (14 del mes de Adar del año 5781) comienza para el mundo judío la festividad de Purim, conocida popularmente como el carnaval judío. Junto a Jánuca (que se celebra generalmente sobre el mes de diciembre), son dos fiestas del calendario hebreo cuya actualidad reside en la lucha contra la tiranía, la imposición de ideas por la fuerza y la intolerancia.
Siendo de las fiestas más alegres del calendario hebreo, Purim recuerda la forma en la que el pueblo judío se salvó de ser exterminado por el rey persa Ajashverosh, debido a que uno de sus asesores, llamado Amán, no toleró la irreverencia del judío Mordejai, quien no se arrodilló ante él.
La historia, narrada en la Meguilat Esther (Leyenda de Esther), cuenta cómo ella, siendo una de las esposas del rey, se reveló ante este como judía, luego de tejer una trama palaciega que hiciera descubrir al consejero Amán como traidor y conseguir así la salvación de su pueblo.
Todo transcurre en el período en el que los judíos se encontraban exiliados en Babilonia, después de la destrucción del Templo de Salomón, en el año 586 a. e. c.
Purim, junto a Jánuca (que se celebra generalmente sobre el mes de diciembre), son dos fiestas del calendario hebreo cuya actualidad reside en la lucha contra la tiranía, la imposición de ideas por la fuerza y la intolerancia.
Jánuca lo aborda desde el punto de vista cultural y espiritual. Fue el combate a la imposición del helenismo.
En Purim se trata de festejar la salvación de un pueblo del exterminio físico que parecía inevitable, por lo cual la celebración se expresa en forma material: se ofrece un banquete y se hacen obsequios a parientes y amigos, así como beneficencia con los necesitados.
La tradición incluye también la fiesta de disfraces, el reparto de Mishloaj Manot (canastas de golosinas exclusivas de la fecha), comer unas confituras rellenas llamadas Oznei Amán (orejas de Amán), y beber vino «hasta no poder diferenciar entre Mordejai y Amán».
El nombre Purim, plural de pur, significa echar suerte, ya que fue por sorteo que Amán decidió el castigo que le tocaría al pueblo judío por la irreverencia de Mordejai.
Purim está consagrada en la tradición judía como una de las fiestas eternas, de esas que no acabarán incluso luego de la llegada del mesías.
Porque representa la victoria de un pueblo sobre la tiranía y despotismo, contra el abuso del poder y la intolerancia.
Una victoria que debe renovarse por siempre.
Fuente: http://www.cciu.org.uy/