Casos. Un libro aborda el trabajo del psiquiatra Douglas Kelley con célebres prisioneros nazis, como Hermann Goering, para tratar de entender la barbarie. Las investigaciones de posguerra sobre los criminales nazis arrojaron hipótesis insoportables que poco a poco fueron convirtiéndose en verdades. El “nazi” –si ésta fuera una clasificación posible que no diferenciara entre SS, oficiales, soldados rasos, afiliados fanáticos del partido o jerarcas de alto mando– no tenía ningún signo visible por el cual pudiera distinguirse del resto de la humanidad.
Fuente: http://www.cciu.org.uy/
La demencia no alcanzó para explicar al nazismo