Lo que para el pueblo de Israel y para tanta gente normal en este mundo es una terrible tragedia, un motivo de horror, para los terroristas es motivo de celebración. Seguramente también ahora, al haber fallecido el pequeño bebé de tan solo cuatro días, que aún ni nombre tenía, tras una denodada lucha de los médicos por salvar su vida, estarán en Gaza preparando caramelos para festejar. Nos referimos al pequeño bebé israelí que nació en circunstancias trágicas al resultar su madre gravemente herida en un atentado días atrás mientras esperaba un ómnibus en una parada cerca del asentamiento de Ofra.
Fuente: http://www.cciu.org.uy/
Entre victorias y tragedias