Este mes de Ramadán ha sido, sin duda, uno de los más sangrientos que se recuerdan en décadas. Cerca de 500 personas han muerto en atentados suicidas y ataques coordinados por varios kamikazes en nombre del Estado Islámico (EI). Las pérdidas que ha sufrido el EI en el terreno militar no han mermado la capacidad que tiene el grupo terrorista para sembrar el terror alrededor del mundo. Si bien los ataques aéreos de la coalición internacional y las operaciones militares terrestres han debilitado a los yihadistas en Siria e Irak, el grupo extremista sigue inspirando a decenas de miles de jóvenes musulmanes en todo el mundo que se han afiliado a la yihad global.
Fuente: http://www.cciu.org.uy/
El Ramadán de los 500 muertos