En el país donde el Holocausto se enseña en las escuelas desde temprana edad, donde la memoria histórica se ejerce en modo vigilante y donde el Estado considera que Alemania tiene responsabilidad especial hacia judíos e israelíes debido al abyecto pasado nazi, el antisemitismo sobrevive pese a los esfuerzos por erradicarlo, y se nutre de adeptos más allá de los neonazis autóctonos. En una entrevista en abril en la cadena israelí Channel 10 News, la canciller alemana, Angela Merkel, admitió que “Alemania está experimentando nuevos fenómenos; refugiados y otras personas de origen árabe están trayendo una forma diferente de antisemitismo al país”.
Fuente: http://www.cciu.org.uy/
El otro antisemitismo que inquieta a Alemania