“La luz es para todos”, película de 1947 dirigida por Elia Kazan, alude con valentía a una tragedia todavía sin fin: el antisemitismo. Un film multipremiado, que continúa siendo actual. Su tema: el racismo. Pero no sucede en los estados del sur, entre grotescos y trágicos asesinos del Ku Klux Klan y sus disfraces de carnaval. Muy otro es el escenario de La Luz es para todos. Nueva York después de la guerra. Opulencia. Lujo. Y con personajes, presuntos caballeros, unidos por un cínico antijudaísmo muy extendido pero simulado: los buenos modales, el dinero y las finas ropas ante todo…

Fuente: http://www.cciu.org.uy/

Cuando Gregory Peck fingió ser judío y dejó un mensaje conmovedor para la posteridad

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