Durante la mayor parte de la historia, los judíos han vivido fuera de la Tierra de Israel, ya sea en lugares prósperos o en países pobres. Un lugar siempre ha tenido una población judía bastante pequeña: la Tierra de Israel. En el siglo XVII, unos 3.000 judíos vivían en Jerusalem bajo el dominio otomano. Durante ese siglo, sufrieron, en particular, un par de terribles años de persecuciones, arrestos y hambrunas, que permanecieron en la memoria colectiva de los judíos durante años y décadas después. El hombre responsable de todas esas dificultades fue Muhammad Ibn Farouk, gobernante intermitente de Jerusalem de 1621-1626.
Fuente: http://www.cciu.org.uy/
Ibn Farouk, el gobernador otomano que atormentó a los judíos de Jerusalem.