Tras una aceptación de décadas de la idea de que los palestinos merecen recibir asistencia financiera de EEUU sin ofrecer nada a cambio, por fin el presidente Trump ha dicho basta. Harto de sus mentiras y obstinación, ha decidido que los palestinos no tienen derecho a servirse del dinero del contribuyente norteamericano para pagar a terroristas, asistir a pseudorrefugiados y llenar el bolsillo de un liderazgo corrupto volcado en enriquecerse y enriquecer a su entorno. Lo de cortar la ayuda a la UNRWA era algo largamente esperado porque esa organización simboliza el carácter fraudulento de los reclamos palestinos.

Fuente: http://www.cciu.org.uy/

La narrativa de la víctima palestina ya no vende

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