Fue la prisión con menor densidad demográfica de la historia. Tanto es así que en sus últimos veinte años albergó a un solo recluso. Un hombre grande, perdido, con las facultades mentales alteradas, con manías persecutorias, que creía estar viviendo en 1924. Pero era 1987 y Rudolf Hess merodeada bajo una gran custodia rotativa integrada por soldados de cuatro de las naciones más poderosas: Estados Unidos, la Unión Soviética, Francia e Inglaterra. Hess, el ex jerarca nazi, tenía 93 años. Era el único que permanecía en la prisión de Spandau, creada por los Aliados para alojar a los nazis juzgados en Nuremberg.

Fuente: http://www.cciu.org.uy/

El suicidio de Rudolf Hess, el "niño mimado" de Hitler, y la vida secreta de la cárcel de Spandau

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