La receta no parece la más apetecible: desangrar la carne de ternera, meterla en salmuera (agua con sal), secarla, ahumarla y especiarla para conservarla. Sin embargo, el resultado, conocido como pastrami, no solo es delicioso, sino que resume la historia de la inmigración judía a través del Atlántico. Seguir la pista del pastrami nos lleva a buscar una cultura perdida, a recorrer las huellas de una tragedia, la huida de los judíos europeos en el siglo XIX de la pobreza y las persecuciones, aunque también nos habla de la creación de un nuevo mundo en América. Allí debe empezar el viaje, concretamente en Nueva York.
Fuente: http://www.cciu.org.uy/
La historia del mundo en un sándwich