Hace 86 años, un 9 de noviembre se producía en Alemania y Austria la terrible Kristallnacht (Noche de los Cristales Rotas), un prólogo de la Shoá. Y 86 años después, en Amsterdam, ayer, un nuevo pogrom contra israelíes hinchas de Maccabi Tel Aviv en el contexto de un partido de Europa League.
Fuimos testigos…
Somos testigos…
El 9 de noviembre de 1938, tiene lugar en Alemania y también en Austria (meses antes anexada por los nazis) el pogrom conocido como “Kristallnacht”, la Noche de los Cristales Rotos.
Primera vez que los nazis alemanes -que ya a partir de 1933 van, en mayor o menor medida in crescendo en su política antisemita- aplican la violencia generalizada contra sinagogas, negocios judíos y contra los judíos mismos en un número importante.
Lo que ocurrió y sus consecuencias es conocido.
Un antecedente de la Shoá, si consideramos que la Shoá comenzó en 1939. O parte de la Shoá si consideramos que todo comenzó en 1933…
Mi papá (Z”L) fue testigo y sobre ese desastre también escribió y habló.
Tal como él lo expresó “la noche del terrible pogrom”…
Pogrom que no fue un estallido popular, sino que fue organizado por el estado nazi.
(quizás sería esa la denominación más correcta, más aun que “Noche de los Cristales…”)
Conozco la historia, su historia, y me lo sigo imaginando saliendo de mañana de su casa, caminando ese fatídico día por las calles de Berlin y a las pocas cuadras…el horror, la devastación, la desesperación. Dantesco.
“Yo fui testigo…” escribía…
Sinagogas destruidas por las llamas, columnas de humo que se elevaban de las mismas, rollos de la Torá, lo más sagrado, vandalizados, pisoteados por las hordas nazis, profanados. Lo mismo que nuestros libros sagrados, sidurim y demás símbolos sagrados de las sinagogas.
Bomberos nazis que se negaban a apagar el fuego que emergía de los Templos, de nuestros Templos…
Y al seguir caminando ya totalmente desnorteado, desorientado, seguramente sin rumbo fijo, sus ojos seguían presenciando el mismo horror, además de la gran cantidad de tiendas y negocios de judíos destrozados.
Los vidrios rotos… Los “cristales rotos…”
Violencia física también hubo, judíos deportados a incipientes campos también hubo…
Judíos muertos también hubo. Casi cien…
Mi papá desesperado y por dentro destruido, regresa a su casa.
Allí habrá de comenzar otra historia, que culminará con su emigración de Alemania algunos meses después.
Pasaron más de ocho décadas.
Y hoy, al mismo tiempo que recordamos lo que pasó, seguimos siendo testigos…
Testigos contemporáneos de la masacre del 7 de octubre, la peor ocurrida a nuestro pueblo desde la Shoá, la peor ocurrida en el Estado de Israel. ¿Quién lo hubiese pensado? En el Estado de Israel…
Y ayer -sí, ayer- en Amsterdam el pogrom más reciente de nuestra historia.
Hinchas israelíes que habían ido a presenciar el partido de Macabi Tel Aviv vs. Ajax fueron agredidos -en plena Amsterdam, en la cercanía de sus hoteles y en otros lugares- hostigados, asaltados, golpeados, atacados por árabes pro palestinos de distinto origen.
A tal punto que Netaniahu tuvo que enviar dos aviones a Amsterdam para rescatar a israelíes que allí se encontraban.
Hay israelíes heridos y desaparecidos.
Fue en territorio holandés.
¿Negligencia? No sabría decir…
Pero fue un pogrom realizado por árabes.
Árabes que también se “han acostumbrado” a hacer pogroms…
En 1938 fuimos testigos.
Hoy también lo somos…
La entrada De Kristallnacht a Amsterdam… se publicó primero en CCIU.
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