Los prejuicios engendran daños a las sociedades, pues constituyen la base de la segregación de ciertos sectores categorizados por su origen nacional, raza, religión, género, opiniones, etc.; cualquier característica que especifique a un grupo sirve para señalarlo con el simplismo de la otredad. En un reciente artículo, Carlos Alberto Montaner observó: “el antisemitismo es el más viejo y resistente de todos los prejuicios”. Agregamos: el término es producto de estereotipos; a mediados del siglo XIX, fue calcado del concepto lingüístico al racial. Un periodista alemán, Wilhem Marr, lo popularizó para descalificar a los judíos.

Fuente: http://www.cciu.org.uy/

Prejuicios: El germen del odio

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